La prostatectomía robótica o cirugía robótica de próstata es un procedimiento quirúrgico especializado para el tratamiento del cáncer de próstata. Para llevarlo a cabo se utiliza la tecnología Da Vinci, un sistema robótico de alta precisión que permite extirpar la próstata y los tejidos afectados por el cáncer de forma poco invasiva.
La prostatectomía radical se lleva a cabo mediante pequeñas incisiones en la pared abdominal, por donde se insertan una cámara y los instrumentos pertinentes para llevar a cabo la cirugía, lo cual conocemos como laparoscopia.
Tras la cirugía, el paciente llevará una sonda y, dependiendo de la evolución, el drenaje será retirado en pocos días. La cirugía robótica ha demostrado unos resultados oncológicos excelentes y una más confortable y rápida recuperación de los síntomas de cáncer de próstata.
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Son muchas las ventajas de utilizar este tipo de técnica:
Este procedimiento se recomienda a pacientes con cáncer de próstata localizado que buscan una intervención eficaz y mínimamente invasiva.
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Preguntas frecuentes
La recuperación de este tipo de cirugías es mucho más rápida que en cirugías tradicionales. La mayoría de pacientes pueden retomar sus actividades diarias en un par de semanas. Aunque, como siempre decimos, será el especialista quién indicará los tiempos en función de la situación de cada paciente.
De media, la cirugía suele durar entre 2 y 4 horas, aunque esta puede variar dependiendo del estado del propio paciente, de la situación de la enfermedad y de muchos otros factores a tener en cuenta.
La prostatectomía radical robótica ofrece muy buenos resultados, especialmente cuando se detecta en fases tempranas y está localizado. Tras la cirugía, el equipo realiza un seguimiento regular para detectar cualquier tipo de recidiva tras la operación.