Tratamientos

Sobre nuestros tratamientos

En APL ponemos a disposición de nuestros pacientes los tratamientos más innovadores con la última tecnología.

CÁNCER DE RIÑÓN

CANCER DE PRÓSTATA

INFERTILIDAD

estenosis de uretra

CÁNCER DE VEJIGA

Cáncer de testículo y pene

Hiperplasia Benigna de Próstata

Disfunción eréctil

Tratamientos Litiasis Renal

  • Litotricia extracorporal por ondas de choque (ESWL o LEOC): utiliza ondas de choque para romper los cálculos renales en fragmentos más pequeños que pueden ser eliminados naturalmente por el tracto urinario.

    El procedimiento se realiza en las siguientes fases:

    Diagnóstico: se realizará una evaluación previa, utilizando imágenes para determinar la ubicación y tamaño de los cálculos renales.

    Preparación: el paciente será anestesiado o sedado según las preferencias por un anestesista para el procedimiento ESWL / LEOC.

    Aplicación de ondas de choque: el paciente se tumba en una camilla y se acopla la zona lumbar a una “burbuja” que transmite las ondas de choque al cálculo renal previamente localizado. Las ondas de choque son generadas por un equipo especial y se transmiten a través de la piel y los tejidos hasta la piedra.

    Fragmentación de los cálculos renales: las ondas de choque fragmentan los cálculos renales en partículas más pequeñas, que posteriormente, pueden ser eliminadas naturalmente por el tracto urinario.

    Recuperación: finalizado el procedimiento, el paciente será monitorizado por un corto período de tiempo (unas horas) y a continuación, será dado de alta con las recomendaciones del urólogo. El mismo día del procedimiento puede tener una vida tranquila siguiendo el tratamiento recomendado y al día siguiente su actividad habitual.

  • Ureteroscopia: este procedimiento implica la introducción de un ureterorrenoscopio que es un instrumento fino y semi-flexible, a través de la uretra y la vejiga hasta el uréter y los riñones, para extraer los cálculos renales.

    La ureterorrenoscopia / ureteroscopia se desarrolla en las siguientes fases:

    Preparación: el procedimiento se realiza bajo anestesia general o loco- regional según preferencias.

    Introducción del ureteroscopio y visualización: el médico introduce el ureterorrenoscopio / ureteroscopio a través de la uretra hasta el tracto urinario superior. El ureteroscopio está equipado con una cámara y una fuente de luz para permitir al médico ver el interior del tracto urinario. El urólogo inspeccionará el interior del tracto urinario en busca de piedras en la vejiga, uréter y ocasionalmente en los riñones.

    Tratamiento: si se encuentran algún cálculo renal, se utilizan instrumentos especiales a través del ureteroscopio para tratarlos, con el láser, guías o cestillas endoscópicas.

    Después del procedimiento, es común que se sienta algo de dolor o incomodidad, pero esto generalmente desaparece con el tratamiento prescrito. El médico proporcionará instrucciones detalladas sobre cómo cuidarse después de la ureteroscopia y cualquier restricción o precaución que deba seguir. El enfermo decide si quiere irse a casa durante el día como un procedimiento de cirugía mayor ambulatorio o pernoctar una noche.

  • Cirugía retrógrada intrarrenal (RIRS o CRIR): este procedimiento es semejante a la ureterorrenoscopia semi-rígida pero con instrumental flexible que permite operar dentro del riñón pasando por la uretra, vejiga y uréter. Con esta técnica el cirujano puede tratar litiasis renales, tumores dentro de riñón y uréter, estenosis y malformaciones de la vía urinaria. Esta técnica está indicada en cálculos renales menores a 2 cm pero con la amplia experiencia de nuestro grupo podemos llegar a tratar cálculos de hasta el doble de este tamaño.

    Esta técnica es altamente precisa y emplea material de muy sofisticado como láseres e instrumental endoscópico más fino pero muy resistente.

    La cirugía retrógrada intrarrenal (RIRS o CRIR)se desarrolla en las siguientes fases:

    Preparación: el procedimiento se realiza bajo anestesia general o loco- regional según preferencias.

    Introducción del ureteroscopio flexible y visualización: el médico introduce el ureterorrenoscopio flexible través de la uretra hasta el tracto urinario superior. El ureteroscopio flexible está equipado con una cámara de alta resolución y una fuente de luz para permitir al médico ver el interior del tracto urinario. El urólogo inspeccionará el interior del tracto urinario en busca de piedras en la vejiga, uréter y ocasionalmente en los riñones.

    Tratamiento: si se encuentran algún cálculo renal, se utilizan instrumentos especiales a través del ureteroscopio para tratarlos, con el láser, guías o cestillas endoscópicas de menor calibre que para la ureterorrenoscopia semi-rígida.

  • Nefrolitotomía percutánea: este procedimiento endoscópico para extraer cálculos alojados en el riñón mayores a 2cm. Esta técnica es menos invasiva que la cirugía abierta o laparoscópica y necesita una estancia hospitalaria más corta y una recuperación más rápida. En APL Urología nuestra amplia experiencia nos permita emplear calibres más reducidos que mejora aún más el posoperatorio del paciente.

    El procedimiento se desarrolla en las siguientes fases:

    Preparación: el procedimiento se realiza bajo anestesia general o loco- regional según preferencias.

    Punción renal: el médico hace una pequeña incisión en el costado y utiliza imágenes de radiología para guiar un instrumento hasta la piedra en el riñón.

    Fragmentación de la piedra: la piedra se fragmenta en partículas más pequeñas utilizando un dispositivo de litotricia, que puede ser un láser o energía peumática.

    Retirada de las partículas: una vez que la piedra está fragmentada, se retiran las partículas a través del tubo con material específico o se expulsan a través de la orina.

    Cierre: terminado el procedimiento, se cierra la incisión con tan solo 3-4 puntos de sutura.

  • Quirófano de endoscopia: En APL Urología somos pioneros en estas cirugía, prueba de ello es que disponemos de los pocos quirófanos de endoscopia de estas características, equipado con un sistema de visión endoscópica de alta resolución, radiología y ecografía que nos permite localizar la litiasis urinaria en cualquier posición del aparato urinario y destruirlas con láser o litotricia extracorpórea (ondas de choque). Además, en este quirófano “inteligente” de endoscopia podemos realizar procedimientos percutáneos y el tratamiento de la patología ureteral de alta complejidad.

  • Estudio metabólico: son un conjunto de pruebas orientadas a estudiar por qué se producen las litiasis. Es un estudio muy completo y específico que nos permite prevenir futuros eventos. Igual de importante es quitar todas las piedras que prevenirlas. “Hay que vaciar el cántaro pero también cerrar el grifo para que no vuelva a llenar”.

    El procedimiento se desarrolla en las siguientes fases:

    Recogida de orina de 24 horas, otra orina de 2 horas y extracción de sangre.

    Cita para recoger los resultados y diagnóstico. Se da al paciente un tratamiento específico basado en medicación, recomendaciones en la forma de vida, alimentación y tipo de agua.

    A continuación, se realiza un informe detallado y se le da la cita de seguimiento del tratamiento puesto.

Tratamientos Cáncer de Riñón

  • Cirugía robótica: Si bien, el procedimiento quirúrgico de Robot lleva años practicándose para el tratamiento del cáncer de riñón, sigue siendo el más innovador y seguro en cuestión de desempeño quirúrgico, complicaciones y recuperación posterior a la cirugía.

    La cirugía laparoscópica asistida por Robot se puede aplicar para la cirugía renal como la nefrectomía radical, nefrectomía parcial, nefroureterectomía y la linfadenectomía. Esta tecnología mejora la precisión, destreza del cirujano y los resultados.

    Es fundamental que el paciente se sienta cómodo y seguro durante el tratamiento del cáncer y es nuestra prioridad ofrecer una asistencia física, mental y emocional.

    Una vez que el paciente ha sido intervenido, la recuperación es rápida. La cirugía robótica ha demostrado unos resultados oncológicos excelentes y una confortable y rápida recuperación de la cirugía.

  • Nefrectomía parcial o cirugía conservadora de nefronas:

    En esta cirugía, se extirpa sólo una parte del riñón afectado, en lugar de extirpar todo el riñón. La nefrectomía parcial es una opción ideal para pacientes con tumores renales pequeños o localizados que no se han diseminado a otras partes del cuerpo. Este procedimiento se recomienda para preservar la mayor cantidad de tejido renal sano posible mientras se extirpa el tumor, minimizando el riesgo de complicaciones y problemas de salud a largo plazo.

    Se realiza a través de una incisión en el abdomen o mediante una técnica de cirugía laparoscópica o cirugía robótica. Durante la cirugía, el cirujano extirpa el tumor y parte del tejido circundante sano. El objetivo es extirpar todo el tumor y reducir el riesgo de recurrencia.

    Después de la cirugía, los pacientes suelen experimentar un periodo de recuperación de unas pocas semanas. Si bien algunos pacientes pueden presentar dolor o hinchazón en el área de la incisión, estos síntomas desaparecen gradualmente con el tiempo. Para garantizar la mejor recuperación posible, es importante seguir las instrucciones del médico y ponerse en contacto con él en caso de que surjan más síntomas.

    La nefrectomía parcial es la opción ideal para tratar el cáncer de riñón en estadios tempranos.

  • Nefrectomía total / radical: La nefrectomía total es una cirugía que se utiliza para tratar el cáncer de riñón de gran tamaño o avanzado. En esta cirugía, se extirpa el riñón completo. La nefrectomía total puede realizarse a través de una incisión en el abdomen o mediante una técnica de cirugía laparoscópica. Después de la nefrectomía, el cuerpo puede compensar la pérdida de un riñón y seguir funcionando con un solo riñón sano. Sin embargo, es importante llevar un estilo de vida saludable y hacer seguimiento regular con el urólogo para monitorizar la función renal y diagnosticar posibles recurrencias del cáncer.

  • Cirugía de ablación renal: Consiste en tratar tumores de pequeño tamaño mediante la destrucción de los mismos con energía, que puede ser frío (crioterapia) o calor (radifrecuencia o HIFU). En cualquiera de los casos el abordaje puede ser mediante cirugía abierta, laparoscópica o percutánea. Requiere control por imagen de la destrucción del tejido mediante tomografía computerizada o ultrasonidos.

  • Tratamiento del cáncer de riñón oligometastásico: El cáncer de riñón oligometastásico es aquel, que aún no ha desarrollado todo su potencial maligno y que solo presenta un número limitado de metástasis fuera del riñón.

    Estos pacientes requieren una especial atención y requieren un equipo multidisciplinar con urólogos, oncólogos y radioterapeutas. En la actualidad, sabemos que el tratamiento del tumor primario en estos pacientes mejora la supervivencia, así como el tratamiento directo de las metástasis, pero es necesario personalizar cada caso.

    En APL Urología tenemos experiencia en estos tratamientos y somos conscientes de las dificultades que entrañan estos casos. Por ello, disponemos de un equipo de especialistas para estos casos.

  • Tratamiento del cáncer de riñón avanzado y metastásico: El cáncer de riñón avanzado es aquel que se encuentra en un estadio superior al local y ya comienza tener repercusión fuera del riñón. Se asocia a más recidiva y a peores resultados. Es necesario poner todos los recursos para que el control oncológico sea el adecuado.

    El cáncer de riñón metastásico es cuando la enfermedad sale fuera del riñón y asienta en diferentes órganos. Aunque suene duro el término “metástasis” en la actualidad disponemos de nuevos tratamientos que nos permiten atajar esta situación y ofrecer buenos resultados y con una buena calidad de vida.

  • Tratamiento sistémico: Tratamiento sistémico para el cáncer de riñón que utiliza medicamentos para destruir las células cancerosas en todo el cuerpo. Se administra por vía oral o intravenosa.

    El régimen de tratamiento varía de acuerdo con la situación individual del paciente. Es importante destacar que es un tratamiento potente y puede ser muy efectivo en algunos casos de cáncer de riñón. Con las nuevas moléculas es fácil de tolerar aunque en ocasiones, puede tener efectos secundarios graves. Por lo tanto, es importante consultar a un médico especialista en urología para evaluar la condición individual y determinar si el paciente es candidato.

    Cáncer de tracto urinario superior Nefroureterectomía radical: La escisión quirúrgica es una técnica quirúrgica utilizada para tratar el cáncer del urotelio, que es un tipo de cáncer que se desarrolla en las vías urinarias, incluyendo la vejiga, uréter y riñón.

    Durante una escisión quirúrgica de la inserción ureteral, se extirpa la porción que rodea al meato ureteral en la vejiga, dejando el tejido sano intacto. Este tipo de cirugía se realiza a través de una incisión en la vejiga, por vía endoscópica. Además, de esta hay descritas otras formas de extirpar el extremo distal ureteral que dependerá de la técnica quirúrgica. A continuación, se extrae el riñón y el uréter bien por cirugía robótica, laparoscópica o abierta. La cirugía robótica se ha asociado a mejores resultados.

    Después de la escisión quirúrgica, es probable que los pacientes experimenten un período de recuperación de varias semanas, en las que suelen experimentar dolor e hinchazón en el área de la incisión. Es importante seguir las instrucciones del urólogo sobre cómo cuidar la incisión y mantener un estilo de vida saludable para una recuperación rápida y sin complicaciones.

    Sin embargo, es importante tener en cuenta que, dependiendo del tamaño y ubicación de la lesión, puede ser necesaria una combinación de cirugía con otros tratamiento oncológicos.

    Cirugía de preservación renal en el cáncer de urotelio: El tratamiento quirúrgico endoscópico con láser puede ser una opción de tratamiento eficaz para el cáncer del urotelio en estadios tempranos y no conlleva la pérdida del riñón.

    En APL Urología realizamos estos tipos de procedimientos con la última tecnología en el quirófano de endoscopia (“inteligente”). El procedimiento se desarrolla en las siguientes fases:

    Preparación: el procedimiento se realiza bajo anestesia general o loco-regional según preferencias.

    Introducción del instrumental: el médico introduce un ureterorrenoscopia flexible de alta resolución para inspeccionar toda la vía urinaria.

    Ablación de la lesión: en el caso de que se encuentre alguna lesión sospechosa se toma una biopsia con instrumental específico y se destruye con el láser. Se puede emplear láser de Holmium o láser de Tulio.

    Cierre: una vez terminado el tratamiento suele ser necesario colocar un catéter ureteral.

    Es importante señalar, que este tratamiento puede requerir otros tratamientos adyuvantes generalmente a través de la uretra, según el resultado del estudio de los tejidos.

Tratamientos Cáncer de Próstata

  • Cirugía robótica: Si bien, el procedimiento quirúrgico de Robot lleva varios años practicándose para el tratamiento del cáncer de próstata, sigue siendo el más innovador y seguro en cuestión de eficiencia, menos complicaciones y recuperación posterior a la cirugía.

    La prostatectomía radical se realiza a través de la pared del abdomen por medio de pequeñas incisiones, por las que se introduce una cámara y los instrumentos pertinentes para llevar a cabo la cirugía; es lo que se conoce como laparoscopia, que puede estar asistida por un Robot. Este procedimiento mejora la precisión, destreza del cirujano y los resultados.

    Es fundamental que el paciente se sienta cómodo y seguro al momento de ejecutar cualquier procedimiento de cáncer y es nuestra prioridad ofrecer una asistencia física, mental y emocional.

    Una vez que el paciente ha sido intervenido, la recuperación es rápida. Saldrá con una sonda y con un drenaje. Si el drenaje tiene poco débito y es limpio, se retirará en pocos días y la sonda también. La cirugía robótica ha demostrado unos resultados oncológicos excelentes y una más confortable y rápida recuperación de los síntomas de cáncer de próstata.

  • Terapia focal: Consiste en destruir el foco o los focos del cáncer con un margen de seguridad dentro de la próstata. Se basa en que pequeños núcleos tumorales de baja agresividad pueden ser ablacionados con diferentes energías (crioterapia, electroporación, HIFU) para llegar a la curación.

    Dado que aún faltan estudios a largo plazo con un número adecuado de enfermos tratados aún se considera un tratamiento experimental pero en pacientes correctamente indicados, ofrece unos excelentes resultados. Se asocia a unas baja complicaciones con menos efectos sobre la erección y la continencia.

    En APL Urología, previamente a la terapia focal, realizamos una biopsia de próstata por fusión de imágenes para localizar exactamente el nódulo tumoral y posteriormente tratarlo. Sin esta precisión no sería posible completar este tipo de tratamientos.

    El tratamiento se realiza bajo anestesia general. Una vez realizado el tratamiento el paciente es dado de alta al día siguiente sin sonda uretral.

  • Radioterapia: La radioterapia es un tratamiento que utiliza radiación para matar las células cancerosas. Se puede administrar externamente (Radioterapia externa) o internamente (Braquiterapia), dependiendo de la gravedad del cáncer.

    Crioterapia: Es un tratamiento que utiliza temperaturas extremadamente frías para destruir las células cancerosas en la próstata. La crioterapia es un tratamiento mínimamente invasivo y se considera una opción ideal para los pacientes con cáncer de próstata de crecimiento lento o localizado.

    Observación o vigilancia activa: La terapia de vigilancia activa es un enfoque conservador que implica monitorizar el cáncer de próstata en lugar de tratarlo de inmediato. Esta opción se considera para pacientes con cáncer de próstata de bajo riesgo, de crecimiento lento o muy lento.

  • Tratamiento del cáncer de próstata oligometastásico: El cáncer de próstata oligometastásico es aquel, que aún no ha desarrollado todo su potencial maligno y que solo presenta un número limitado de metástasis fuera de la próstata.

    Estos pacientes requieren una especial atención y requieren un equipo multidisciplinar con urólogos, oncólogos y radioterapeutas. En la actualidad, sabemos que el tratamiento del tumor primario en estos pacientes mejora la supervivencia, así como el tratamiento directo de las metástasis, pero es necesario personalizar cada caso.

    En APL Urología tenemos experiencia en estos tratamientos y somos conscientes de las dificultades que entrañan estos casos. Por ello, disponemos de un equipo de especialistas para estos casos.

  • Tratamiento del cáncer de próstata avanzado y metastásico: El cáncer de próstata avanzado es aquel que se encuentra en un estadio superior al local y ya comienza tener repercusión fuera de la próstata. Se asocia a más recidiva y a peores resultados. Es necesario poner todos los recursos para que el control oncológico sea el adecuado.

    El cáncer de próstata metastásico es cuando la enfermedad sale fuera de la próstata y asienta en diferentes órganos. Aunque suene duro el término “metástasis” en la actualidad disponemos de nuevos tratamientos que nos permiten atajar esta situación y ofrecer buenos resultados y con una buena calidad de vida.

    El cáncer de próstata metastásico puede aparecer “de novo” o tras un primer diagnóstico que puede haber sido tratado o no. Requiere igual que en oligomestastásico un equipo multidisciplinar y se va a tratar con tratamientos sistémicos, como hormonoterapia, terapia diana o radioterapia.

    Si el cáncer progresa puede pasar a un estadio mayor que consiste en una resistencia del mismo a los tratamientos hormonales. En estos casos, existen tratamientos específicos que atajan al cáncer por otras vías.

  • Tratamiento sistémico: Tratamiento sistémico para el cáncer de próstata que utiliza medicamentos para destruir las células cancerosas en todo el cuerpo. Se administra por vía oral o intravenosa y puede ser recomendada para pacientes con cáncer de próstata avanzado o recurrente que no se puede tratar con cirugía o radioterapia.

    El régimen de tratamiento varía de acuerdo con la situación individual del paciente. Puede causar efectos secundarios, como fatiga, ocasionalmente pérdida de cabello, náuseas, vómitos, pérdida de apetito y cambios en el sabor de los alimentos.

    Es importante destacar que es un tratamiento potente y puede ser muy efectivo en algunos casos de cáncer de próstata. Con las nuevas moléculas es fácil de tolerar aunque en ocasiones, puede tener efectos secundarios graves. Por lo tanto, es importante consultar a un médico especialista en urología para evaluar la condición individual y determinar si es una opción viable.

    Estudio pronóstico del cáncer de próstata:

  • Biopsia líquida: la empleamos en el diagnóstico y consiste en un análisis de orina. Con ella, mediante un estudio de genes específicos, identificamos la probabilidad de que pueda haber un cáncer de próstata en la biopsia. –

    Estudio genético del tejido tumoral: tomando una muestra de tejido prostático realizamos un estudio genético que nos dirá la previsión de que el tumor evolucione mejor o peor, lo que nos ayudará en la selección de tratamientos.

Tratamientos Infertilidad

  • Medicamentos: en este caso se trata con medicamento algún trastorno hormonal o infecciones en el aparato reproductor, que puedan afectar la fertilidad.

  • Procedimiento quirúrgico: este tratamiento se lleva a cabo cuando existe una obstrucción en el canal reproductor, en la que se corrige para así, permitir el transporte de los espermatozoides a la uretra.

  • Reversión de la vasectomía – Vaso – Vasostomía: consiste en volver a unir los dos extremos cortados durante la vasectomía. Se emplea un hilo muy fino y requiere el apoyo de microscopio de aumentos.

  • Técnicas de reproducción asistida: este tratamiento se desarrolla cuando la cantidad y calidad de espermatozoides para la fertilidad, no es óptima. Dentro de las técnicas contamos con todas las técnicas: Inyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI), inseminación artificial (IA) o fecundación in vitro convencional (FIV).

Tratamientos Estenosis de Uretra

  • Uretrotomía endoscópica. Cirugía endoscópica: El primer tratamiento que se suele llevar a cabo en varones, siempre y cuando la longitud y localización de la estenosis lo permita.

    El procedimiento se realiza de la siguiente manera:

    El cirujano introduce un endoscopio en la uretra a través del orificio uretral, permitiendo al médico ver el interior de la uretra en una pantalla de vídeo. Se inserta el uretrotomo a través del endoscopio, moviéndo cuidadosamente hacia la zona de la estenosis. El corte de la estenosis se puede realizar con láser o con una pequeña cuchilla que se utiliza para cortar cuidadosamente el tejido cicatricial o estrecho que está obstruyendo la uretra.

    Después de que se ha cortado la estenosis, el médico coloca una sonda en la uretra para mantenerla abierta mientras se produce la cicatrización. La sonda uretral se deja en su lugar durante un período de tiempo que varía según la gravedad de la estenosis.

    Una vez que se ha realizado el procedimiento el paciente suele ser dado de alta de forma ambulante.

  • Catéter-balón de dilatación con impregnación de fármacos: En casos en que la cirugía endoscópica no funciona o no se puede realizar, se están obteniendo buenos resultados al dilatar la uretra con un catéter balón recubierto de paclitaxel, un agente quimioterápico que impide la cicatrización de los tejidos, dificultando que la estenosis reaparezca. Es una alternativa mínimamente invasiva para el tratamiento de la estenosis de uretral recidivada compleja.

  • Uretroplastia – Cirugía abierta anastomótica: Cuando la localización y longitud de la estenosis lo permite en el varón, se puede recortar el trozo de uretra estrecho y volver a unir los extremos. Es una cirugía compleja, pero que tiene una tasa de éxito elevada. Esta cirugía permite ampliar o reconstruir la uretra para restaurar el flujo normal de la orina.

  • Cirugía abierta con injertos o colgajos: En caso de estenosis más largas o que se encuentran en una localización en la que la excisión de la zona estrecha no es posible, puede aumentarse el calibre de la uretra con la colocación de injertos o colgajos. Los injertos suelen tomarse de la boca, bien de la cara interna de la mejilla o de la cara inferior de la lengua, mientras que los colgajos se suelen hacer con piel del prepucio en los varones, y con grasa del labio mayor vaginal en las mujeres.

Tratamientos Cáncer de Vejiga

  • Resección transuretral de vejiga (RTU): es un procedimiento quirúrgico utilizado para tratar patologías de la vejiga, como tumores, pólipos, estenosis y otros tipos de crecimientos anormales en la pared de la vejiga.

    El procedimiento se realiza bajo anestesia general o regional y se lleva a cabo mediante un resectoscopio, que se introduce a través de la uretra hasta la vejiga. A través del mismo, se pasa un asa de bisturí eléctrico (bipolar o monopolar) o un láser, que se utilizan para extirpar la zona deseada.

    En APL Urología aplicamos las últimas técnicas de resección como es el empleo del láser y la resección “en bloque” que permite un mejor estudio de los tejidos y ofrecer mejores tratamientos a nuestros pacientes.

    El tejido extraído se aspira y se envía al laboratorio para su análisis posterior. Después de la cirugía, se coloca un catéter en la vejiga para drenar la orina que deberá mantenerse durante unos días.

  • Resección de tumor superficial de vejiga en bloque con láser: es una técnica que elimina el tumor en una sola pieza para un mejor estudio del tejido. Se puede realizar con bisturí o con láser.
  • Instilaciones vesicales: son tratamientos complementarios a la cirugía para los tumores superficiales que no infiltran el músculo. Se introduce una solución con quioterapia o inmunoterapia dentro de la vejiga durante un tiempo controlado y con una cadencia repetida según el caso.
  • Instilación vesical “con dispositivo EMDA” pre y/o posoperatoria: es un tratamiento añadido para el cáncer de vejiga superficial y que se administra mediante una sonda uretral en el interior de la vejiga. Consiste en aplicar una energía externa a la vez que se introduce el quimioterápico en vejiga que ha demostrado mejores resultados.
  • Cirugía robótica: Si bien, el procedimiento quirúrgico de Robot lleva años practicándose para el tratamiento del cáncer de vejiga, sigue siendo el más innovador y seguro en cuestión de desempeño quirúrgico, complicaciones y recuperación posterior a la cirugía.

    La cirugía laparoscópica asistida por Robot se puede aplicar para la cirugía vesical como la cistectomía radical, parcial, la linfadenectomía y la derivación urinaria. Esta tecnología mejora la precisión, destreza del cirujano y los resultados.

    Es fundamental que el paciente se sienta cómodo y seguro durante el tratamiento del cáncer y es nuestra prioridad ofrecer una asistencia física, mental y emocional.

    Una vez que el paciente ha sido intervenido, la recuperación es rápida. La cirugía robótica ha demostrado unos resultados oncológicos excelentes y una confortable y rápida recuperación de la cirugía.

  • Cistectomía parcial: esta cirugía se realiza bajo un estrecho control oncológico, consensuado con el enfermo y en casos seleccionados con tumores pequeños, de bajo grado y poco agresivos. La reconstrucción posterior de la vejiga dependerá de la zona de asiento del tumor.
  • Cistectomía radical robótica: consiste en la extirpación completa de la vejiga en el caso de los tumores que infiltran el músculo, próstata (en el caso de los hombres), uretra prostática y uréteres terminales. Además, hay que realizar una linfadenectomía de los ganglios vecinos.
  • Derivación urinaria robótica: una vez extraído el tejido cancerígeno hay que proceder a derivar la orina por otro medio para que el paciente pueda orinar. La derivaciones se pueden dividir fundamentalmente en varios grupos, heterotópica (si la nueva vejiga no se localiza en su lugar anatómico), ortotópica (si se localiza en su lugar anatómico), continentes (si el paciente puede contener la orina) o no continentes (si el paciente no puede contener la orina y por lo que el paciente necesitará dispositivos externos para recoger la orina). El abordaje robótico ha demostrado ventajas durante la cirugía y la recuperación posterior respecto a otros abordajes.

TRATAMIENTOS CÁNCER DE TESTÍCULO Y PENE

  • Tratamiento del cáncer de testículo:

    Cirugía de preservación testicular:
    en este procedimiento se puede extirpar el tumor, sin necesidad de extirpar todo el testículo.

    El procedimiento se llama orquiectomía parcial o tumorectomía, y consiste en extirpar sólo la porción del testículo afectada por el tumor, mientras se deja intacta la mayor parte del tejido testicular sano. Esta técnica quirúrgica se realiza en combinación con otros tratamientos, como la radioterapia o la quimioterapia, dependiendo del tipo y la extensión del tumor.

    Esta cirugía permite conservar a los pacientes, su capacidad para producir hormonas sexuales y espermatozoides. Además, también puede tener un impacto positivo en la calidad de vida de los pacientes y su autoestima, al evitar la necesidad de una prótesis testicular.

    Es importante mencionar que no todos los pacientes con cáncer testicular pueden someterse a una cirugía de preservación de órgano. Son casos seleccionados dependiendo del tipo, la ubicación y el tamaño del tumor, así como la extensión de la enfermedad, son factores importantes que se deben considerar antes de realizar este procedimiento.

    Orquiectomía total: es el tratamiento estándar de este tipo de cáncer.

    Tratamiento del cáncer de pene:

    Braquiterapia de pene: este tratamiento implica la colocación de fuentes radiactivas en el interior del pene para destruir las células cancerosas. Se utiliza en casos tempranos de cáncer de pene, cuando el tumor está encapsulado.

    Penectomía total o parcial con o sin linfadenectomía: es el tratamiento estándar de este cáncer. Su radicalidad dependerá de la enfermedad a tratar.

Tratamientos Hiperplasia Benigna de Próstata

  • Cirugía láser:
    La cirugía láser para la hiperplasia benigna de próstata (HBP) es una técnica mínimamente invasiva que utiliza un láser para remover parte de la próstata y aliviar la presión sobre la uretra. Esta cirugía se realiza a través de la uretra y no requiere incisiones externas.

    Hay varios tipos de cirugía láser para la hiperplasia benigna de próstata, incluyendo el láser de holmio, tulio y el láser verde. Según el tipo de láser empleado se denomina HOPEP, TULEP o TUFLEP. En ambos tipos de cirugía, el láser se utiliza para vaporizar o desintegrar el tejido de la próstata y reducir su tamaño.

    La cirugía láser para la hiperplasia benigna de próstata se realiza bajo anestesia y suele durar en torno a una hora. Después de la cirugía, los pacientes deben permanecer en el hospital por uno o dos días para controlar la micción y el dolor. También puede realizarse como una cirugía ambulatoria. El paciente regresa a sus actividades normales en unos pocos días.

    Las operaciones láser para el tratamiento de la hiperplasia benigna de próstata tienen algunas ventajas frente a otros métodos, como: menor sangrado, recuperación más corta y menos complicaciones.

  • Cirugía de liberación uretral:
    Consiste en abrir la uretra prostática para mejorar la micción pero sin extraer tejido prostático. Para ello se aplica calor en forma de vapor de agua, se puede emplear una prótesis o se introduce un dispositivo por unos días que posteriormente se retira. La técnica debe ser consensuada con el enfermo según el caso.

    Se realiza a través de la uretra y no requiere ninguna incisión. La ventaja es que se realiza en régimen ambulatorio, en muy pocos casos hay pérdida de eyaculación y es una alternativa válida para el tratamiento oral.

    ¿Quiénes se pueden beneficiar?: pacientes con elevado riesgo anestésico, pacientes ancianos, pacientes que desean preservar la eyaculación o pacientes con síntomas miccionales leves.

  • Cirugía robótica: 
    La cirugía robótica se emplea en pacientes con próstatas de volumen muy elevado en los que estaría indicada una cirugía abierta. Este abordaje mínimamente invasivo mejora los resultados durante y posteriormente a la intervención.

  • Robot Aquabeam:
    La cirugía robótica AquaBeam para hiperplasia benigna de próstata es un procedimiento quirúrgico mínimamente invasivo que también utiliza tecnología robótica y un chorro de agua para eliminar el tejido prostático agrandado.

    Previamente, el paciente debe someterse a una evaluación médica, analítica y pruebas de imagen para medir el tamaño de la próstata.

    A través de la uretra se introduce un instrumento robótico con una cámara. A continuación se introducen los parámetros de conformación anatómica de la glándula y tamaño.

    El cirujano utiliza el chorro de agua para extirpar suavemente el tejido prostático agrandado. El tratamiento se realiza con precisión para evitar dañar los tejidos contiguos. Una vez finalizado el tratamiento, se procede a cerrar la incisión.

    El paciente debe permanecer en observación por 24 horas en el hospital.

    La cirugía robótica AquaBeam para hiperplasia benigna de próstata es una opción quirúrgica menos invasiva que la cirugía abierta tradicional. Además, para la exéresis del adenoma prostático, emplea un chorro de agua a alta presión. Las posibilidades de sangrado son bajas pero si ocurriera se puede controlar posteriormente con bisturí eléctrico.

  • La resección transuretral con técnica bipolar (TURP):
    Sigue los mismos principios de la técnica láser y se realiza a través de la uretra y no requiere incisiones externas.

    La técnica bipolar implica el uso de corriente eléctrica para remover el tejido prostático y reducir su tamaño. Esta corriente eléctrica corta y controla el sangrado durante la cirugía. La TURP generalmente se realiza bajo anestesia general y dura de 1 a 2 horas, algo mayor que la técnica láser.

    Esta cirugía es efectiva en la reducción de los síntomas de la HBP y puede mejorar significativamente la calidad de vida del paciente. Sin embargo, existe un riesgo mínimo de complicaciones como: infección, sangrado o síntomas miccionales.

Tratamientos Disfunción Eréctil

  • Terapia integral: la terapia integral a través de procedimientos hormonales, psicológicos, cambios alimenticios y de estilo de vida y medicamentos.

    Prótesis de pene: en caso de no funcionar los métodos de terapia integral, ofrecemos ésta opción. Es un proceso quirúrgico en el que se implanta una prótesis dentro del pene, que a través de componentes hidráulicos o mecánicos, permiten al hombre tener una erección y poder disfrutar de relaciones sexuales.

    Hay dos tipos de prótesis:

    Prótesis de pene inflable: este dispositivo consta de cilindros inflables que se implantan en el cuerpo cavernoso del pene. El paciente puede inflar una bomba integrada en el escroto para lograr una erección. Luego, la erección se puede desinflar mediante un mecanismo de liberación de aire cuando ya no se necesita.

    Prótesis de pene maleable: este tipo de prótesis se compone de dos varillas flexibles que se sitúan en el eje del pene y se pueden doblar hacia arriba o hacia abajo para lograr una erección o volver al estado natural. Estas prótesis son más simples que las inflables y no requieren una bomba para funcionar.

  • Tratamientos de la eyaculación precoz: 

    Terapia psicológica y hormonal: para este procedimiento se realiza una previa evaluación y se procede a desarrollar un tratamiento hormonal y terapias psicológicas para equilibrar la patología.

    Técnicas de control eyaculatorio: técnicas especializadas en nuestra unidad en la que el varón aprende a controlar su eyaculación a través de un proceso.