En APL ponemos a disposición de nuestros pacientes los tratamientos más innovadores con la última tecnología.
La cirugía laparoscópica asistida por Robot se puede aplicar para la cirugía renal como la nefrectomía radical, nefrectomía parcial, nefroureterectomía y la linfadenectomía. Esta tecnología mejora la precisión, destreza del cirujano y los resultados.
Es fundamental que el paciente se sienta cómodo y seguro durante el tratamiento del cáncer y es nuestra prioridad ofrecer una asistencia física, mental y emocional.
Una vez que el paciente ha sido intervenido, la recuperación es rápida. La cirugía robótica ha demostrado unos resultados oncológicos excelentes y una confortable y rápida recuperación de la cirugía.
El procedimiento se realiza bajo anestesia general o regional y se lleva a cabo mediante un resectoscopio, que se introduce a través de la uretra hasta la vejiga. A través del mismo, se pasa un asa de bisturí eléctrico (bipolar o monopolar) o un láser, que se utilizan para extirpar la zona deseada.
En APL Urología aplicamos las últimas técnicas de resección como es el empleo del láser y la resección “en bloque” que permite un mejor estudio de los tejidos y ofrecer mejores tratamientos a nuestros pacientes.
El tejido extraído se aspira y se envía al laboratorio para su análisis posterior. Después de la cirugía, se coloca un catéter en la vejiga para drenar la orina que deberá mantenerse durante unos días.
La cirugía laparoscópica asistida por Robot se puede aplicar para la cirugía vesical como la cistectomía radical, parcial, la linfadenectomía y la derivación urinaria. Esta tecnología mejora la precisión, destreza del cirujano y los resultados.
Es fundamental que el paciente se sienta cómodo y seguro durante el tratamiento del cáncer y es nuestra prioridad ofrecer una asistencia física, mental y emocional.
Una vez que el paciente ha sido intervenido, la recuperación es rápida. La cirugía robótica ha demostrado unos resultados oncológicos excelentes y una confortable y rápida recuperación de la cirugía.
Prótesis de pene: en caso de no funcionar los métodos de terapia integral, ofrecemos ésta opción. Es un proceso quirúrgico en el que se implanta una prótesis dentro del pene, que a través de componentes hidráulicos o mecánicos, permiten al hombre tener una erección y poder disfrutar de relaciones sexuales.
Hay dos tipos de prótesis:
Prótesis de pene inflable: este dispositivo consta de cilindros inflables que se implantan en el cuerpo cavernoso del pene. El paciente puede inflar una bomba integrada en el escroto para lograr una erección. Luego, la erección se puede desinflar mediante un mecanismo de liberación de aire cuando ya no se necesita.
Prótesis de pene maleable: este tipo de prótesis se compone de dos varillas flexibles que se sitúan en el eje del pene y se pueden doblar hacia arriba o hacia abajo para lograr una erección o volver al estado natural. Estas prótesis son más simples que las inflables y no requieren una bomba para funcionar.Tratamientos de la eyaculación precoz:
Terapia psicológica y hormonal: para este procedimiento se realiza una previa evaluación y se procede a desarrollar un tratamiento hormonal y terapias psicológicas para equilibrar la patología.
Técnicas de control eyaculatorio: técnicas especializadas en nuestra unidad en la que el varón aprende a controlar su eyaculación a través de un proceso.