TECNOLOGÍA

Tecnología de vanguardia

Los evolución e innovación en medicina vienen de la mano de nuevas tecnologías. Por eso en APL incorporamos los últimos avances para ofrecer los mejores resultados.

CÁNCER DE RIÑÓN

CÁNCER DE VEJIGA

HIPERPLASIA BENIGNA DE PRÓSTATA

CANCER DE PRÓSTATA

Tecnología Cáncer de Riñón

  • Cirugía robótica: Si bien, el procedimiento quirúrgico de Robot lleva años practicándose para el tratamiento del cáncer de riñón, sigue siendo el más innovador y seguro en cuestión de desempeño quirúrgico, complicaciones y recuperación posterior a la cirugía.

    La cirugía laparoscópica asistida por Robot se puede aplicar para la cirugía renal como la nefrectomía radical, nefrectomía parcial, nefroureterectomía y la linfadenectomía. Esta tecnología mejora la precisión, destreza del cirujano y los resultados.

    Es fundamental que el paciente se sienta cómodo y seguro durante el tratamiento del cáncer y es nuestra prioridad ofrecer una asistencia física, mental y emocional.

    Una vez que el paciente ha sido intervenido, la recuperación es rápida. La cirugía robótica ha demostrado unos resultados oncológicos excelentes y una confortable y rápida recuperación de la cirugía.

  • Cirugía de ablación renal: Consiste en tratar tumores de pequeño tamaño mediante la destrucción de los mismos con energía, que puede ser frío (crioterapia) o calor (radifrecuencia o HIFU). En cualquiera de los casos el abordaje puede ser mediante cirugía abierta, laparoscópica o percutánea. Requiere control por imagen de la destrucción del tejido mediante tomografía computerizada o ultrasonidos.

    Cáncer de tracto urinario superior

  • Cirugía de preservación renal en el cáncer de urotelio: El tratamiento quirúrgico endoscópico con láser puede ser una opción de tratamiento eficaz para el cáncer del urotelio en estadios tempranos y no conlleva la pérdida del riñón.

    En APL Urología realizamos estos tipos de procedimientos con la última tecnología en el quirófano de endoscopia (“inteligente”).

    El procedimiento se desarrolla en las siguientes fases:

    Preparación: el procedimiento se realiza bajo anestesia general o loco-regional según preferencias.

    Introducción del instrumental: el médico introduce un ureterorrenoscopia flexible de alta resolución para inspeccionar toda la vía urinaria.

    Ablación de la lesión:
    en el caso de que se encuentre alguna lesión sospechosa se toma una biopsia con instrumental específico y se destruye con el láser. Se puede emplear láser de Holmium o láser de Tulio.

    Cierre: una vez terminado el tratamiento suele ser necesario colocar un catéter ureteral.

    Es importante señalar, que este tratamiento puede requerir otros tratamientos adyuvantes generalmente a través de la uretra, según el resultado del estudio de los tejidos.

Tecnología Cáncer de Vejiga

  • Cirugía robótica: Si bien, el procedimiento quirúrgico de Robot lleva años practicándose para el tratamiento del cáncer de vejiga, sigue siendo el más innovador y seguro en cuestión de desempeño quirúrgico, complicaciones y recuperación posterior a la cirugía.

    La cirugía laparoscópica asistida por Robot se puede aplicar para la cirugía vesical como la cistectomía radical, parcial, la linfadenectomía y la derivación urinaria. Esta tecnología mejora la precisión, destreza del cirujano y los resultados.

    Es fundamental que el paciente se sienta cómodo y seguro durante el tratamiento del cáncer y es nuestra prioridad ofrecer una asistencia física, mental y emocional.

    Una vez que el paciente ha sido intervenido, la recuperación es rápida. La cirugía robótica ha demostrado unos resultados oncológicos excelentes y una confortable y rápida recuperación de la cirugía.

  • Cistectomía parcial: esta cirugía se realiza bajo un estrecho control oncológico, consensuado con el enfermo y en casos seleccionados con tumores pequeños, de bajo grado y poco agresivos. La reconstrucción posterior de la vejiga dependerá de la zona de asiento del tumor.

  • Cistectomía radical robótica: consiste en la extirpación completa de la vejiga en el caso de los tumores que infiltran el músculo, próstata (en el caso de los hombres), uretra prostática y uréteres terminales. Además, hay que realizar una linfadenectomía de los ganglios vecinos.

    Derivación urinaria robótica: una vez extraído el tejido cancerígeno hay que proceder a derivar la orina por otro medio para que el paciente pueda orinar. La derivaciones se pueden dividir fundamentalmente en varios grupos, heterotópica (si la nueva vejiga no se localiza en su lugar anatómico), ortotópica (si se localiza en su lugar anatómico), continentes (si el paciente puede contener la orina) o no continentes (si el paciente no puede contener la orina y por lo que el paciente necesitará dispositivos externos para recoger la orina).

    El abordaje robótico ha demostrado ventajas durante la cirugía y la recuperación posterior respecto a otros abordajes.

TECNOLOGÍA HIPERPLASIA BENIGNA DE PRÓSTATA

  • Cirugía láser: La cirugía láser para la hiperplasia benigna de próstata (HBP) es una técnica mínimamente invasiva que utiliza un láser para remover parte de la próstata y aliviar la presión sobre la uretra. Esta cirugía se realiza a través de la uretra y no requiere incisiones externas.

    Hay varios tipos de cirugía láser para la hiperplasia benigna de próstata, incluyendo el láser de holmio, tulio y el láser verde. Según el tipo de láser empleado se denomina HOPEP, TULEP o TUFLEP. En ambos tipos de cirugía, el láser se utiliza para vaporizar o desintegrar el tejido de la próstata y reducir su tamaño.

    La cirugía láser para la hiperplasia benigna de próstata se realiza bajo anestesia y suele durar en torno a una hora. Después de la cirugía, los pacientes deben permanecer en el hospital por uno o dos días para controlar la micción y el dolor. También puede realizarse como una cirugía ambulatoria. El paciente regresa a sus actividades normales en unos pocos días.

    Las operaciones láser para el tratamiento de la hiperplasia benigna de próstata tienen algunas ventajas frente a otros métodos, como: menor sangrado, recuperación más corta y menos complicaciones.

  • Cirugía de liberación uretral: Consiste en abrir la uretra prostática para mejorar la micción pero sin extraer tejido prostático. Para ello se aplica calor en forma de vapor de agua, se puede emplear una prótesis o se introduce un dispositivo por unos días que posteriormente se retira. La técnica debe ser consensuada con el enfermo según el caso.

    Se realiza a través de la uretra y no requiere ninguna incisión. La ventaja es que se realiza en régimen ambulatorio, en muy pocos casos hay pérdida de eyaculación y es una alternativa válida para el tratamiento oral.

    ¿Quiénes se pueden beneficiar?: pacientes con elevado riesgo anestésico, pacientes ancianos, pacientes que desean preservar la eyaculación o pacientes con síntomas miccionales leves.

    Cirugía robótica: La cirugía robótica se emplea en pacientes con próstatas de volumen muy elevado en los que estaría indicada una cirugía abierta. Este abordaje mínimamente invasivo mejora los resultados durante y posteriormente a la intervención.

    En este procedimiento, el paciente recibe anestesia general. El cirujano hace pequeñas incisiones en el abdomen del paciente, a través de las cuales, se introducen instrumentos quirúrgicos y una cámara en miniatura.

    El cirujano controla la cirugía visualizando todo el procedimiento a través de la cámara con un sistema robótico que le permite realizar movimientos más precisos y delicados que los del cirujano.

    Mediante esta técnica se pueden realizar las siguientes cirugías de la próstata, vejiga, riñón y retroperitoneo. Dentro de estos órganos se puede intervenir patología maligna-cancerígena como por ejemplo prostatectomía, cistectomía, nefrectomía radical, total o parcial y benigna como pieloplastia, adenomectomía o cirugía de la glándula suprarrenal.

    Después de este procedimiento, el paciente se recupera en un área especializada después de la cirugía y debe permanecer, al menos, 24 horas en el hospital recibiendo los cuidados adecuados para una recuperación óptima.

    La cirugía robótica es menos invasiva que la cirugía abierta tradicional, lo que mejora la recuperación y el paciente tiene menos dolor. Además, al ser más precisa se asocia a menos complicaciones quirúrgicas.

  • Robot Aquabeam: La cirugía robótica AquaBeam para hiperplasia benigna de próstata es un procedimiento quirúrgico mínimamente invasivo que también utiliza tecnología robótica y un chorro de agua para eliminar el tejido prostático agrandado.

    Previamente, el paciente debe someterse a una evaluación médica, analítica y pruebas de imagen para medir el tamaño de la próstata.

    A través de la uretra se introduce un instrumento robótico con una cámara. A continuación se introducen los parámetros de conformación anatómica de la glándula y tamaño.

    El cirujano utiliza el chorro de agua para extirpar suavemente el tejido prostático agrandado. El tratamiento se realiza con precisión para evitar dañar los tejidos contiguos. Una vez finalizado el tratamiento, se procede a cerrar la incisión.

    El paciente debe permanecer en observación por 24 horas en el hospital.

    La cirugía robótica AquaBeam para hiperplasia benigna de próstata es una opción quirúrgica menos invasiva que la cirugía abierta tradicional. Además, para la exéresis del adenoma prostático, emplea un chorro de agua a alta presión. Las posibilidades de sangrado son bajas pero si ocurriera se puede controlar posteriormente con bisturí eléctrico.

Tecnología Litiasis

  • Litotricia extracorporal por ondas de choque (ESWL o LEOC): utiliza ondas de choque para romper los cálculos renales en fragmentos más pequeños que pueden ser eliminados naturalmente por el tracto urinario.

    El procedimiento se realiza en las siguientes fases:

    Diagnóstico: se realizará una evaluación previa, utilizando imágenes para determinar la ubicación y tamaño de los cálculos renales.

    Preparación: el paciente será anestesiado o sedado según las preferencias, por un anestesista para el procedimiento ESWL / LEOC.

    Aplicación de ondas de choque: el paciente se tumba en una camilla y se acopla la zona lumbar a una “burbuja” que transmite las ondas de choque al cálculo renal previamente localizado. Las ondas de choque son generadas por un equipo y se transmiten a través de la piel y los tejidos hasta la piedra.

    Fragmentación de los cálculos renales: las ondas de choque fragmentan los cálculos renales en partículas más pequeñas, que posteriormente, pueden ser eliminadas naturalmente por el tracto urinario.

    Recuperación: finalizado el procedimiento, el paciente será monitorizado por un corto período de tiempo (unas horas) y a continuación, será dado de alta con las recomendaciones del urólogo. El mismo día del procedimiento puede tener una vida tranquila siguiendo el tratamiento recomendado y al día siguiente su actividad habitual.

    Quirófano de endoscopia: En APL Urología somos pioneros en estas técnicas, prueba de ello es que disponemos de uno de los pocos quirófanos de endoscopia de estas características, equipado con un sistema de visión endoscópica de alta resolución, radiología y ecografía que nos permite localizar la litiasis urinaria en cualquier posición del aparato urinario y destruirlas con láser o litotricia extracorpórea (ondas de choque). Además, en este quirófano “inteligente” de endoscopia podemos realizar procedimientos percutáneos y el tratamiento de la patología ureteral de alta complejidad.

Tecnología Cáncer de Próstata

  • Cirugía robótica: Si bien, el procedimiento quirúrgico de Robot lleva varios años practicándose para el cáncer de próstata, sigue siendo el más innovador y seguro en cuestión de eficiencia, menos complicaciones y recuperación posterior a la cirugía.

    La prostatectomía radical se realiza a través de la pared del abdomen por medio de pequeñas incisiones, por las que se introduce una cámara y los instrumentos pertinentes para llevar a cabo la cirugía; es lo que se conoce como laparoscopia, que puede estar asistida por un Robot. Este procedimiento mejora la precisión, destreza del cirujano y los resultados.

    Es fundamental que el paciente se sienta cómodo y seguro al momento de ejecutar cualquier procedimiento de cáncer y es nuestra prioridad ofrecer una asistencia física, mental y emocional.

    Una vez que el paciente ha sido intervenido, la recuperación es rápida. Saldrá con una sonda y con un drenaje. Si el drenaje tiene poco débito y es limpio, se retirará en pocos días y la sonda también. La cirugía robótica ha demostrado unos resultados oncológicos excelentes y una más confortable y rápida recuperación de los síntomas de cáncer de próstata.

  • Terapia focal: Consiste en destruir el foco o los focos del cáncer con un margen de seguridad dentro de la próstata. Se basa en que pequeños núcleos tumorales de baja agresividad pueden ser ablacionados con diferentes energías (crioterapia, electroporación, HIFU) para llegar a la curación.

    Dado que aún faltan estudios a largo plazo con un número adecuado de enfermos tratados aún se considera un tratamiento experimental pero en pacientes correctamente indicados, ofrece unos excelentes resultados. Se asocia a unas baja complicaciones con menos efectos sobre la erección y la continencia.

    En APL Urología, previamente a la terapia focal, realizamos una biopsia de próstata por fusión de imágenes para localizar exactamente el nódulo tumoral y posteriormente tratarlo. Sin esta precisión no sería posible completar este tipo de tratamientos.

    El tratamiento se realiza bajo anestesia general. Una vez realizado el tratamiento el paciente es dado de alta al día siguiente sin sonda uretral.

  • Radioterapia: La radioterapia es un tratamiento que utiliza radiación para matar las células cancerosas. Se puede administrar externamente (Radioterapia externa) o internamente (Braquiterapia), dependiendo de la gravedad del cáncer.

  • Crioterapia: Es un tratamiento que utiliza temperaturas extremadamente frías para destruir las células cancerosas en la próstata. La crioterapia es un tratamiento mínimamente invasivo y se considera una opción ideal para los pacientes con cáncer de próstata de crecimiento lento o localizado.