Causas

El cáncer de riñón, también conocido como carcinoma renal, se origina cuando las células del riñón comienzan a crecer sin control. Aunque no siempre se puede identificar una causa exacta, varios factores de riesgo están asociados a su desarrollo, entre ellos:

SÍNTOMAS

El cáncer de riñón en sus primeras etapas puede ser asintomático, lo que dificulta su detección temprana. Sin embargo, a medida que la enfermedad avanza, es posible que comiencen a manifestarse algunos síntomas. Entre los más comunes destacamos la presencia de sangre en la orina, conocida como hematuria.

Otra manifestación frecuente es el dolor en el costado o en la parte baja de la espalda, que persiste y puede llegar a ser muy molesto. Además, la pérdida de peso inexplicable puede ser una señal de alarma que tampoco debe ignorarse.

Por último, el cansancio extremo o la fatiga que no desaparecen con el descanso, también pueden estar vinculados al cáncer de riñón, sobre todo en etapas más avanzadas de la enfermedad. También en estas etapas y de forma menos común hoy en día puede palparse una masa en el costado como consecuencia del tumor.

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Tratamientos

Cirugía robótica

Este procedimiento sigue siendo la opción más avanzada para la resección de tumores renales, ya sea a través de una nefrectomía radical, parcial o linfadenectomía. La tecnología robótica permite una visión tridimensional y una destreza milimétrica que mejoran los resultados quirúrgicos, especialmente en cirugías complejas o delicadas. La recuperación del paciente suele ser más rápida y con menor dolor, lo que facilita un retorno temprano a su vida cotidiana. En APL Urología, la cirugía robótica se ha consolidado como el estándar de excelencia en el tratamiento de cánceres renales, garantizando una atención física y emocional de primer nivel.

Nefrectomía parcial o cirugía conservadora de nefronas

La nefrectomía parcial es el tratamiento de elección en casos de tumores renales pequeños y localizados, permitiendo preservar la mayor cantidad de tejido renal sano. Esta cirugía es ideal para aquellos pacientes que necesitan preservar la función renal a largo plazo, minimizando complicaciones posteriores. Durante el procedimiento, el cirujano extirpa únicamente la parte del riñón afectada por el tumor, asegurándose de eliminar completamente el cáncer. Esta intervención puede realizarse mediante una incisión abierta o utilizando técnicas laparoscópicas o robóticas, lo que reduce el impacto en el cuerpo del paciente.

Nefrectomía total o radical

La nefrectomía total, o radical, es un procedimiento que implica la extirpación completa del riñón afectado por un tumor de gran tamaño o en estado avanzado. Esta cirugía puede llevarse a cabo mediante una incisión en el abdomen o, en muchos casos, mediante técnicas mínimamente invasivas como la laparoscopia o cirugía robótica. La ventaja de estos enfoques es que permiten una recuperación más rápida y con menos complicaciones. Tras la intervención, el cuerpo se adapta a la pérdida del riñón, permitiendo al paciente continuar con una vida normal con un riñón sano.

Cirugía de ablación renal

La cirugía de ablación renal es una opción menos invasiva indicada para el tratamiento de tumores renales de pequeño tamaño. Este procedimiento consiste en destruir el tumor mediante la aplicación de calor (radiofrecuencia o HIFU) o frío extremo (crioterapia); dependiendo de las características del tumor y la localización. Durante la intervención, se emplea tomografía computarizada o ultrasonidos para guiar el tratamiento y asegurar la destrucción completa del tejido tumoral.

Prevención

La prevención del cáncer de riñón está directamente relacionada con la adopción de hábitos saludables que contribuyan a reducir los factores de riesgo conocidos. Aunque no siempre es posible evitar la aparición de este tipo de cáncer, existen medidas que pueden disminuir significativamente la probabilidad de desarrollarlo.

Uno de los pasos más importantes es dejar de fumar. El tabaquismo está vinculado a un aumento considerable del riesgo de desarrollar cáncer renal, por lo que abandonar este hábito puede marcar una gran diferencia.

Por otro lado, adoptar una dieta equilibrada, baja en grasas y rica en frutas, verduras y proteínas magras, junto con una rutina de ejercicio regular, puede ayudar a reducir este riesgo.
Asimismo, la hipertensión ha demostrado tener un vínculo directo con el desarrollo de tumores renales. Por ello, el control de la tensión arterial, la obesidad y el síndrome metabólico son otros de los aspectos clave en la prevención de este tipo de cáncer.

Por último, aunque puede no tratarse de una medida preventiva, beber suficiente agua ayuda a que los riñones filtren adecuadamente las toxinas del cuerpo, lo que puede ayudar a reducir el riesgo de formación de células cancerosas.

Doctores especializados

Doctor Dr. Larissa Lara

Dr. Larissa Lara

Especialista en Urología General, Oncología y Litiasis

Doctor Dr. Alberto Peréz - Lanzac

Dr. Alberto Peréz - Lanzac

Especialista en Urología General, Oncología y Litiasis

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Doctor Dr. David Díaz

Dr. David Díaz

Especialista en Oncología, Cirugía Robótica e Hipertrofia Benigna de Próstata

FAQS

Preguntas frecuentes

El cáncer de riñón en sus primeras etapas no suele causar síntomas evidentes, lo que puede dificultar su detección. Sin embargo, hay signos que pueden alertar a los pacientes. Los síntomas más comunes incluyen la presencia de sangre en la orina (hematuria), un dolor persistente en el costado o en la parte baja de la espalda, y la pérdida de peso inexplicable.

El tratamiento del cáncer de riñón depende del estadio en que se encuentre la enfermedad. En las etapas tempranas, el tratamiento más común es la cirugía. Sin embargo, para casos más avanzados, se pueden utilizar técnicas como la cirugía robótica, la ablación renal, y en algunos casos, tratamientos sistémicos como la inmunoterapia o las terapias dirigidas.

Las opciones menos invasivas incluyen la ablación renal, que utiliza calor (radiofrecuencia) o frío (crioterapia) para destruir el tumor sin necesidad de extirpar el riñón. También, la cirugía laparoscópica y la cirugía robótica permiten la extracción de tumores a través de incisiones mínimas, lo que reduce el tiempo de recuperación y las complicaciones postoperatorias.

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